Luego de los atentados en Francia, Europa ha comenzado a organizar su sociedad en base al militarismo trayendo a nuestra memoria los acontecimientos latinoamericanos de la década del 70. 

Debemos recordar que, para ese tiempo, la cantidad de movimientos armados que se desarrollaron en nuestra región hizo que las Fuerzas Armadas de Brasil, Ecuador, Uruguay, Argentina, Perú, Chile y Bolivia desarrollaran un plan de acción conjunta, el llamado "Plan Cóndor". Dicho plan consistía en compartir información, brindar la facultad de ingresar a un país y llevar a cabo operaciones, como arrestos o desapariciones, de manera irregular. Todo bajo la consigna de la "seguridad nacional".

Precisamente esta misma necesidad y el mismo método lo plantea El exjefe policial francés Bernard Godard, quien en una entrevista al diario El país de España señala la necesidad de "crear una policía europea que comunicase toda la información". Y profundiza aún más: "Es necesario un órgano de información unificado, agentes en un mismo lugar con medios compartidos, no sólo transmisiones, con una dirección. Sería una especie de Interpol, pero europea y dedicada sólo al terrorismo"(El país, 23/11/15). 

Esta necesidad de unificación contraterrorista coincide con la necesidad de fortalecer el control social. "Es importante tener una jerarquía que asume su papel y por eso es tan importante el discurso de Manuel Valls y Francois Hollande SOBRE LA FIRMEZA, ES FUNDAMENTAL" (El país, 23/11/15). 

Las palabras de este expolicía, quien además es asesor en cuestiones del islamismo radical en el Ministerio del Interior Francés, representa una corriente de opinión que con el tiempo crece y se hace fuerte no sólo en los círculos militares, sino también en la población; generando condiciones para el surgimiento de gobiernos de corte dictatorial, tal cual ocurrió en los países latinoamericanos.

Si en la década del 70 "el fantasma del comunismo" sirvió para desbaratar la democracia, hoy por hoy la presencia de ALA cumple la misma función.