Este jueves 16 de julio a las tres de la tarde en la Facultad de Química, juramentará la nueva junta directiva de la reconstituida Federación Universitaria de San Marcos. 

Luego de 25 años de desactivada, la FUSM inicia su camino por la defensa de los derechos de los estudiantes sanmarquinos, quienes en los últimos años han padecido la arbitrariedad de sus autoridades. Muestra de ello es el despiadado sabotaje que ordenó el rector Pedro Cotillo contra las elecciones del 8 de julio, en el que se restringió el libre ingreso y dejó sin agua ni luz a los universitarios. Pero no es la única acción que evidencia el maltrato a los estudiantes. Hace poco menos de un año fuimos testigos de cómo un agente policial infiltrado hizo disparos contra estudiantes al ser descubierto cuando grababa una simple asamblea estudiantil. Además, existen los casos de varios estudiantes que, por asumir cargos dirigenciales, son prácticamente prohibidos de recibir su diploma de bachiller. Y no debemos dejar de mencionar a las diversas autoridades nombradas bajo criterios eminentemente represivos e interesados, como el nuevo "administrador" de residencia, quien se hizo famoso en las redes sociales por prohibir la exhibición de un mural informativo y autoproclamarse "amo y señor de residencia"; o el administrador del comedor universitario, Gaudencio LLallicuna, quien arbitrariamente ordena el cierre de tan importante servicio durante meses sin importar que cientos de estudiantes lo necesitan; o muchos decanos "interinos" colocados sin haber sido elegidos ni por docentes ni estudiantes... 

Muchas cosas por hacer para una flamante dirigencia que empieza sus funciones este jueves. Por suerte cuentan con la juventud, y por sus expresiones, con la fuerza de quienes ven un futuro mejor. Éxitos.